La crisis que atraviesa Vive la Música se vio atenuada al menos por esta semana, luego de que los participantes mejoraran un poco su rendimiento en la cuarta ronda.
Pero si bien los regaños y amenazas que recibieron los atribulados finalistas sirvieron para aliviar el carente espectáculo que se venía apreciando, aún ninguno hace recordar las vibrantes actuaciones que se ofrecieron en el reality show en sus dos primeras versiones.
Esta cuarta gala, realizada el miércoles en la noche, comenzó con buenos comentarios transcurridas las primeras presentaciones, distinto a las anteriores, cuyos inicios se caracterizaron por ser una lluvia de críticas.
La herrerana Cristel Henríquez, el veragüense Gabriel Camarena y el chiricano Lenin Ríos fueron los que abrieron el show. Los tres son de los pocos que han logrado mantener un aceptable nivel en sus presentaciones.
Les siguieron los sentenciados José Amador y Tatiana Saavedra, quienes no salieron tan ilesos como sus primeros compañeros.
Amador desafinó constantemente en su complicada interpretación de De tardes negras, mientras que Saavedra hizo lo propio en Te amo.
No obstante, Tatiana fue la que más comentarios negativos recibió por parte del trío calificador, al punto que la llamaron “la mascota del grupo”.
Con un semblante de tristeza, Tatiana bajó del escenario y parecía que después del aluvión de reproches, lo que seguiría era su despedida del programa luego de tres sentencias consecutivas; sin embargo, más adelante anunciaron la tercera victoria de la chorrerana, quien ha eliminado a todo el que se le ha puesto por delante.
Pero la pequeña cantante no salió del todo librada, ya que por cuarta vez fue seleccionada entre las sentenciadas y esta semana la acompaña Daniela Bulgin, quien hasta ahora solo ha hecho un buen papel en la primera transmisión y no había sido sentenciada en las anteriores galas porque sus compañeros lo hacían peor.
Avelino Martínez y Jimmy Santamaría dieron síntomas de mejoría musical, mientras que Annie García y Yeannifer Martin conservaron su tolerable rendimiento.

