Eduardo Jaspe, un ingeniero financista con alma de cuentista

El panameño Eduardo Jaspe no sabe qué hace un ingeniero-financista escribiendo cuentos, pero ese es su caso. Pero lo que sí sabe es que quiere que “en un futuro, alguien me pregunte por qué un escritor hace números”.

Con esta cita el actual Vicepresidente de Finanzas y Planeamiento de Grupo Melo cerró el discurso que ofreció al obtener en su alma mater, la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), el diploma que lo acredita como ganador del Premio Nacional de Cuento José María Sánchez 2014 al concursar con Arcanos mayores, su primera obra.

Desde que se topó con El Principito a edades tempranas, su interés por la literatura fue creciendo. Este ingeniero industrial, que tiene una maestría en administración de negocios de la INCAE Business School, así como un diplomado en Creación Literaria de la UTP, cuenta cómo combina ambas facetas, sus planes futuros y lo que simboliza la literatura en su vida.

¿Cómo un ingeniero-financista comparte su tiempo con la literatura?

Hay mucho que hacer en la oficina y fuera de ella. Para hacer el diplomado en literatura tuve que dejar otras actividades (...). Me ha quedado la costumbre de escribir y me he puesto una disciplina de escribir al menos una hora cada noche. No siempre lo logro, pero trato. Escribo los sábados y los domingos. Me gusta irme a mi casa en la playa algún sábado por la tarde solo con mi perrita.

¿Desde cuándo cultiva su interés por las letras?

La verdad es que siempre he tenido interés por la literatura, pero en 2014 me involucré en serio. Empecé de niño con El Principito y otros libros que tenían resúmenes de los capítulos en forma de historietas con dibujos, como pasquines (...). Después en mi adolescencia leí algunas obras que llamaron mi atención. En la universidad conocí los cuentos, que son relatos breves, no historias para niños. Y por ahí me fui.

Además del cuento, ¿le interesa otro género?

Estoy en una etapa de prueba. Estoy preparando otro libro de cuentos que debe estar listo más pronto que tarde (...). También estoy trabajando en una novela (...). Es mucho más difícil para mí que los cuentos. Estuve en un taller de dramaturgia y escribí un monólogo que fue presentado en la Facultad de Bellas Artes junto con otros tres monólogos por todo un fin de semana.

¿Qué ganó con el Premio Nacional de Cuento José María Sánchez 2014?

El premio fueron mil dólares y un diploma, de acuerdo con las bases. Pero las bases del concurso no hablaban de alegría, de elogios, de euforia, de ganas de escribir más, de agradecimiento, de satisfacción.

¿De qué va 'Arcanos mayores'?

Es un libro de cuentos. Consta de seis relatos breves que yo diría son algo surreales con trazos costumbristas y situaciones de la vida actual. El libro empieza con una escena donde un hombre que busca respuestas se encuentra con La Poderosa, una extraña mujer que anda en una silla de ruedas, es como una pitonisa o adivinadora. Ella le entrega el libro Arcanos mayores y le da las instrucciones para leerlo. Cada cuento es un arcano. El primero arcano es un cuento fantástico, el segundo es de suspenso, el tercero es súper extraño y me encanta, el cuarto es de una situación fantástica que se da en un hospital público y el quinto es un conflicto cotidiano entre marido y mujer que se torna aterrorizante. El último cuento es Arcanos mayores que trata sobre el tarot en un pueblo cualquiera de nuestro interior.

¿Qué es el cuento?

Para mí, un cuento bien escrito tiene vida propia. Es una historia completa que no necesita más de lo que tiene. Yo puedo leer, por ejemplo, Continuidad de los parques, de Julio Cortázar, que es un cuento muy breve en que ni siquiera sabemos cómo se llaman o cómo son físicamente los personajes pero la imagen de ese sofá de respaldar alto, cubierto de terciopelo verde, y el hombre leyendo frente a esos ventanales cala tan fuerte en mi mente que no necesito nada más que los tres párrafos que tiene el cuento para quedar boquiabierto por días.

Precisamente esa brevedad permite entregar un mensaje de una manera contundente. Aunque el cuento sea lo más enredado que haya y necesite tres leídas, la brevedad lo permite (...). Alguien dijo que los escritores escriben cuentos antes de escribir novela. Yo creo que el cuento es un género literario que se mantiene por sus propios pies. Si no me creen a mí, créanselo al genio de Gabriel García Márquez que lo expresó tan bien en Por qué doce, por qué cuentos y por qué peregrinos.