La actriz y presentadora estadounidense Ellen DeGeneres comenzó ayer su programa The Ellen DeGeneres Show llorando y reconociendo que aunque seas famoso y conocido, si uno no está con buen ánimo no se puede disimular y todo debido a un problema con un perro en adopción.
En imágenes cedidas por el espacio, los espectadores pudieron ver cómo la actriz comenzó el programa llorando desconsoladamente y usando varios pañuelos para enjugar las lágrimas.
Tras lograr recuperar la palabra relató lo difícil que resulta hablar ante la audiencia cuando uno "vive momentos tan difíciles como los actuales".
El problema, explicó DeGeneres a la audiencia, se originó cuando ella y su compañera sentimental Portia de Rossi adoptaron el pasado 20 de septiembre en una agencia a un perro Grifón de Bruselas llamado Iggy, que, posteriormente, regalaron a su peluquero porque no podía convivir con los gatos de la artista.
Ahora la agencia se lo ha retirado a la nueva familia de adopción, lo que tiene en un mar de lágrimas a la presentadora.
Al hacer eso, violó el acuerdo con la agencia, algo que, dijo, hizo sin querer porque no había leído la letra pequeña del acuerdo con la agencia.
