Puede ser por el apuro, el mall lleno, la influencia publicitaria, la moda o el desconocimiento de la etapa en que se encuentra el hijo. Lo cierto es que muchos padres no compran los juegos más adecuados para sus vástagos.
“El juego, explica la consejera educativa Victoria Dragseth, desarrolla la inteligencia y creatividad. Es un medio de comunicación y socialización”. Lo ayuda, dice, a conocerse a sí mismo y a establecer vínculos afectivos. “Ejercita su agilidad física y sus sentidos”, agrega.
“Cada edad tiene una necesidad particular”, explica la psicóloga Gabriela de la Guardia. “Si el juguete se da antes de tiempo, el niño no sabrá qué hacer con él, y si se da tarde, se aburrirá”, dice.
Por ello es importante conocer su etapa evolutiva. Hasta los 12 meses, los niños -explica de la Guardia- “empiezan a descubrir su entorno, a expresarse y a distinguir formas y colores, por lo que hay que potenciar sus capacidades sensoriales y de gateo”. ¿Juguetes recomendados? Elementos con sonido y mucho color. Lo mejor, asegura, son las maracas y los juguetes con música clásica.
A partir de los seis meses, los juegos de encajar (grandes y sencillos), pelotas plásticas grandes y juguetes con texturas diferentes, son sanos. Así, explica, se estimula primero el desarrollo motor grueso. Con buena estimulación, en esta etapa los niños empiezan a moverse solos, exploran su entorno y distinguen a los extraños.
Del primer al tercer año de vida, los niños multiplican sus habilidades: ya se expresan y reconocen objetos. Por ello, dice De la Guardia, se les debe seguir estimulando el lenguaje y la capacidad motriz, además de la compresión de la relación causa-efecto. ¿Ejemplos? “Cubos, tarjetas que tengan figuras para nombrar, pinturas, palas, instrumentos musicales, rompecabezas, columpios, triciclos, tableros para dibujar y títeres”.
De tres a cinco años, ya hablan con soltura, pero “hay que ayudarlos a identificar sentimientos, y a comprender escenas familiares y profesionales”, opina. Buenos regalos para esta edad -en los que el niño aún juega solo-, son cuentos, juguetes para armar, cocinas, juegos de mecánico o médico, pinturas y lápices de colores gruesos.
De seis a 10 años, ya leen, escriben, dibujan, trabajan en grupo: continúan estimulando sus capacidades. Toca potenciar, entonces, su creatividad y cooperativismo. En esta etapa se recomiendan bicicletas, pelotas, juegos de pregunta y respuesta, cometas y juegos de mesa.
Desde los 11 años, explica la psicóloga, se debe potenciar la capacidad de prestar atención, el compañerismo y el juego en equipo. ¿Buenos regalos? Juegos de mesa, cursos recreativos y patines.
Si a esta edad los padres deciden regalar videojuegos, explica Dragseth, deben asegurarse “de que no fomenten la discriminación cultural, agresividad o sexualidad”. Y, recalca, “deben limitarles el tiempo de uso para no crear dependencia o aislamiento”.
LIBRO, SIEMPRE VALIOSO
Un regalo que además de divertir, educa, es un libro.
En la página web de Guía Infantil se recomienda que, para niños de hasta seis años, los libros deben ser “ricos en imágenes”. De siete a nueve años, deben tener historias de aventura, magia y misterio. Y después de los 12, “pueden pasar las 100 páginas, pues ya comprenden casi todas las situaciones. Y ya tienen sus temas de lectura preferidos. Ahora cabe estimularlos en ese sentido”.
