Fue a las 10:00 a.m. del jueves 29 de octubre de este año que corre. Un muy numeroso grupo, para esta clase de actividades en nuestro medio, se reunió a la hora señalada. La puntualidad fue otra cualidad tampoco muy popular entre nosotros y que también hizo gala en aquellos momentos. El todo, en el salón de profesores de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá.
El doctor Alfredo Figueroa Navarro, sociólogo, historiador, investigador y gran escritor, presentaba en aquellos momentos señalados su última obra escrita, mas no la última si nos atenemos a las innumerables que de seguro vendrán.
Lo que el profesor Figueroa Navarro presentó fue nada menos que un casi exhaustivo recuerdo de casi todos los escritos que él ha publicado en diversos medios de comunicación social y nada menos que durante 40 años.
La Estrella de Panamá, El Panamá América, La Prensa, Panorama Católico, El Universal, Universidad, El Siglo, además del Matutino, La República, El Heraldo Social, la revista Épocas, han sido los lugares en donde el amigo y contertulio ha presentado, mostrándonos el resultado de sus investigaciones, lecturas y producciones.
A falta de revistas especializadas en las inquietudes intelectuales de nuestro personaje de hoy, él descubrió que a través de las publicaciones mencionadas, era quizás la forma más efectiva de comunicarse con sus escogidos lectores. Y no se equivocó.
Ojalá que el destino nos depare el seguir leyéndolo en donde él se decida a continuar gozando e instruyéndonos con tan apetitosos regalos.
Volviendo al acto de presentación de su último libro, que Figueroa a bautizado como Pensar en Panamá: obra periodística (1971-2009), un selecto grupo de directores y profesores de la ya mencionada Facultad de Humanidades tomó la palabra a modo de presentación.
Al finalizar, notamos con intenso placer cómo se vendieron los múltiples ejemplares que se pusieron a disposición.
En un medio como el nuestro, en el que los directorios telefónicos son los únicos libros que más se leen, y a satisfacción de sus lectores, es muy estimulante lo sucedido aquel día.
Cuando uno se pone a considerar los temas a los cuales nuestro autor en ellos se ha dedicado, no puede sentirse más que admiración por la manera como este siempre joven escritor ha sabido mantenerse como si los años no le pasaran.
Tal como se puede leer en una de las carátulas del último libro de Figueroa, temas tan variados y complejos como antropología, ciencias políticas, economía, folclore, geografía, psicología, ciencias sociales, historia patria y universal, sociología, artículos referentes al centenario de esta república, literatura, temas estrictamente universitarios, arquitectura, diversas artes, cultura general y de clase especial, cine, periodismo, música, fotografía, acerca de nuestro Canal, educación, más de otras ciencias, filosofía, bibliografía, negritud, relaciones internacionales, más otros temas más, han sido tratados y analizados con sus propios conocimientos, agudas observaciones.
Y aún en otro sentido, nos ha quedado mucho más que tratamos también de recordar, las infinidades de otras obras escritas por nuestro ilustre personaje de hoy. Que continúe por muchos años más rindiendo esa enorme labor es lo mejor que le podemos desear.

