Dos dedos de Galileo, separados de su cadáver en el siglo XVIII, son exhibidos en un museo florentino de historia de la ciencia que lleva el nombre del astrónomo.
El Museo de Historia de la Ciencia, cerrado durante dos años por renovaciones, reabrió el martes con el nombre de Museo Galileo.
El año pasado, el director del museo anunció que el pulgar y el dedo medio de la mano derecha de Galileo habían aparecido en una subasta y fueron reconocidos como pertenecientes al científico muerto en 1642. También se exhibe uno de sus dientes.
A Galilei le rechinaban los dientes cuando dormía, según el estudio de un premolar del genio realizado por el quirúrgico-dentista Cesare Paoleschi.
Se trata del índice y el pulgar de la mano derecha y de un premolar de la arcada superior que aparecieron en 2009 tras un casi un siglo desaparecidos.
Después de haber sido sometidas a un análisis para determinar su autenticidad, estos restos han permitido también a los investigadores arrojar luz sobre varios aspectos de la vida de Galileo.
“El desgaste de la superficie indica una tendencia al bruxismo; es decir, que mientras dormía, a Galileo le rechinaban los dientes”, explicó Paoleschi.

