El genial físico, matemático y astrónomo italiano Galileo Galilei, considerado en sus tiempos un hereje, seguro no imaginó cuando vivía que partes de su cuerpo serían reverenciadas como reliquias y que algún día terminarían en un museo.
Ahora, el Museo de Historia de la Ciencia de Florencia afirma haber encontrado dos de sus dedos y un diente. La próxima primavera, estas reliquias no santas serán expuestas por primera vez con motivo del cambio de nombre del centro a Museo Galileo.
“Obtuvimos los dedos y el diente de un coleccionista”, cuenta Paolo Galluzzi, director del Museo della Storia della Scienza, sobre su hallazgo. “Este compró en una subasta un busto de Galileo con una caja de madera con la inscripción ‘reliquias del siglo XVII’ y sospechó cuando vio el contenido”.
Galileo, perseguido por la teoría heliocéntrica, fue enterrado a su muerte, en 1642, sin honores debajo del campanario de la iglesia fiorentina Santa Croce. Recién en el siglo XX su imagen fue rehabilitada con el Segundo Concilio Vaticano.
Juan Pablo II creó una comisión para analizar su caso. La investigación terminó en 1992 con un mea culpa público del Papa: la Iglesia se había equivocado.

