Lausana acoge la primera retrospectiva que se dedica en Suiza al pintor francés Henri Fantin-Latour, uno de los principales artistas europeos de la segunda mitad del siglo XIX, que se inaugurará hoy en la Fundación Hermitage y se prolongará hasta el 28 de octubre.
La exposición reúne un centenar de obras, como pinturas al pastel, dibujos y litografías, procedentes de colecciones privadas y de importantes museos de todo el mundo, como el British Museum y la National Gallery de Londres, el Van Gogh de Amsterdam y el Prado de Madrid.
La retrospectiva refleja la evolución personal del artista, así como los distintos estilos que cultivó Fantin-Latour, que cabalgaba entre el romanticismo y el impresionismo.
El francés se caracterizó por sus pinturas de naturaleza muerta sobre fondos neutros, así como por sus retratos, con los que intentaba reflejar la vida emocional de la sociedad burguesa de la época, cerrada en la moral y las convenciones, la indiferencia afectiva y la ausencia de comunicación. Influenciado por Delacroix, Fantin-Latour desarrolló también una tercera temática, que él mismo llamaba "temas de imaginación", representaciones de temas religiosos y mitológicos.