El artista austriaco Alfred Hrdlicka, cuyo trabajo controversial en metal, pintura y lápiz disgustó tanto como atrajo al público, falleció el sábado. Tenía 81 años.
Las esculturas, dibujos y pinturas de Hrdlicka son conocidos tanto por su sutileza artística como por sus temas controversiales. Sus trabajos religiosos, en particular, originaron la protesta de creyentes que los consideraban blasfemos.
Entre sus obras más conocidas está su escultura en hierro fundido de una figura postrada cubierta por alambre de púas en el centro de Viena. El perturbador “Monumento conmemorativo contra la guerra y el fascismo” ha sido mutilado, ocasionalmente, desde que fue develado en 1991.
Para Hrdlicka, el arte era propaganda de agitación política y entendía su vida de artista como una misión para educar al público a oponerse a la guerra y la violencia. Una de sus últimas exposiciones, “Religión, carne y poder”, fue presentada el año pasado en el museo de la catedral de San Esteban en Viena. En una obra presentaba a Jesús teniendo una orgía con sus discípulos.
Hrdlicka nació en Viena el 27 de febrero de 1928.