MADRID, España (EFE). -El arquitecto norteamericano Frank Gehry, galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, ha forjado a lo largo de seis décadas una brillante carrera caracterizada por el innovador uso de los materiales y la concepción del edificio como una obra de arte en sí mismo.Frank Owen Ghery, autor del Museo Guggenheim de Bilbao, entre otros edificios singulares repartidos por todo el mundo, nació en Toronto (Canadá) el 28 de febrero de 1929, y desde los 15 años reside en Los Ángeles (Estados Unidos), por lo que se nacionalizó estadounidense.Se graduó en Arquitectura en la Universidad del Sur de California en 1954 y tras realizar el servicio militar, estudió urbanismo y planificación en la Escuela de Diseño de Harvard.En Los Ángeles comenzó a trabajar en el estudio Victor Gruen y asociados y en 1961, ya casado y con dos hijas, se trasladó a París, donde trabajó en el estudio de André Remonder.En Francia estudió las obras de Le Corbusier y otros arquitectos franceses y europeos que le influyeron en sus primeros trabajos. Regresó en 1962 a Los Ángeles y abrió su despacho de arquitectura, a partir del cual fue desarrollando su propio estilo arquitectónico y ganando reconocimiento nacional e internacional.Considerado uno de los más destacados representantes de la corriente desconstructivista de Estados Unidos, destaca de su particular estilo las formas semidescompuestas y su idea de que un "edificio, una vez terminado, debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura".Utilizando siempre materiales atípicos e innovadores, creó entre 1969 y 1982 dos líneas de mobiliario de cartón; de 1972 es "Easy Edges", colección de muebles de cartón ondulado prensado y entre 1979 y 1982 diseñó "Experimental Edges".A mediados de los ochenta Ghery trabaja en las lámparas Pez y Serpiente, realizadas en Colorcore, un tipo laminado de plástico traslúcido y a comienzos de los noventa diseñó su colección de mobiliario Bent Wood (1989-1992), basada en el método para entretejer las tiras de las cestas.En arquitectura comenzó también en los años 70 a experimentar con la yuxtaposición de materiales bastos en inusuales composiciones geométricas, como la casa estudio de Ron Davis en Malibú California, 1970-1972), que cuenta con una cubierta trapezoidal.Otras obras de los años 80, como el Museo Aeroespacial de California (1982-1984) le valió ya en 1989 el Premio Pritzker, el máximo reconocimiento mundial de arquitectura, comparable al Premio Nobel.Considerado uno de los diez maestros de la arquitectura moderna es representante del deconstructivismo de obras como su propia casa en Los Ángeles, el Museo Cabrillo Marine, la Facultad de Derecho de Loyola (California), el Museo de la Universidad de Minnesota (1990-1993), el Centro Americano en París (1994), Edificio Nationale Nederlanden (1992-1996, Praga), el edificio de Vitra en Basilea (Suiza), y el premio Patrimonio Nacional y el Experience Music Project (1995-2000, Seattle, EU).Seleccionado en 1999 para realizar la ampliación de la centenaria Corcoran Gallery de Washington, hizo también el Museo de Historia de los Judíos Polacos en Varsovia; la recuperación del Parque Meyer en Lisboa y el "Acuario del Mundo" en el sector Pacífico de la entrada del Canal de Panamá, en 2004.Sin embargo, el edificio que le reportó el mayor prestigio internacional fue el Museo Guggenheim de Bilbao (1991-1997), en el que empleó cristal, acero inoxidable, zinc, o titanio, mezclados con otros autóctonos como la piedra.Por este trabajo Ghery obtuvo diversos premios, como el de la Fundación austriaca Friedrich Kiesler (1998) o el Premio Internacional de Diseño (1999) que le concedió la Sociedad de Ingeniería de Iluminación de Norteamérica.
Frank Gehry, el arquitecto que diseña edificios como obras de arte
07 may 2014 - 11:29 AM

