Las pastas secas, no rellenas, tienen varios tipos de formas, y muchas son similares.
Pastas largas:
Capellini: Delgaditas, para salsas delicadas.
Spaghetti y spaghettini: Redonda y maciza, es popularísima y clásica con una boloñesa. Varios anchos.
Vermicelli: Significa "gusanitos" y viene en las sopas de fideos.
Pastas chatas y largas:
Fettucine, linguine, tagliatelle: Cintas no muy anchas que van bien con salsas cremosas.
Lasaña: Tiras anchas para platos horneados.
Pappardelle: Son de un grueso intermedio, de unos 2 cm. aprox. Para casi cualquier tipo de salsa no muy espesa.
Pastas cortas:
Manicotti: Tubos gruesos, pero no tanto como los canelones, que se pueden rellenar y hornear con una capa de salsa o al gratin.
Coditos: Para salsas con vegetales o carne, también para hornear. Y por supuesto para ensaladas con mayonesa tipo toldo y para el famoso mac and cheese.
Penne (plumitas): Muy buenos para ensaladas y con salsas de vegetales, pesto, etc.
Ziti: Tubos de diámetro generoso, en tramos de 2-3 cm.
Otras formas:
Conchiglie (conchitas): Para atrapar salsas tipo pomodoro.
Farfalle (corbatitas): Muy versátiles, buenas para pastas horneadas, sopas y ensaladas.
(tornillos y sacacorchos): Muy cómodos, también atrapan salsas de tomate con pollo, etc.
Orechiette (orejitas): Del tamaño de un centavo y cóncavas, atrapan bien las salsas de espesor mediano.
Orzo: Reciben su nombre de los granos de arroz (oryza) a los que se asemejan. Buenos en ensaladas o sopas.
Radiatore y ruote (radiadores y ruedas): Tienen una textura interesante capaz de recoger salsa, especialmente si no es espesa.
Rotini: Parecidos a los tornillos, son espirales que pueden sujetar trocitos de carne, etc.

