Fielmente tonto y loco, caótico y mansamente valiente, torpe y de buen humor, Goofy, uno de los perros más queridos en el mundo del cómic, concilia las virtudes y debilidades de sus muchos millones de fanáticos en todo el mundo. Y ello desde hace 75 años.
El querible compañero se pasea desde principios de los años 30 por los estudios de Walt Disney.
Es el mejor amigo del ratón Mickey y desde hace muchos años salva a la humanidad con su identidad secreta "Supergoofy".
Mañana, 25 de mayo, Goofy celebra su cumpleaños 75, que en años perrunos equivalen a 525.
Su primera aparición, todavía anónima, tuvo lugar el 25 de mayo de 1932 en el corto de animación Mickey's Revue. Mientras el perro Pluto se encarga de generar barullo, Goofy hacía estremecer de risa al público.
Sus siguientes pasos: el dibujante de Disney, Floyd Gottfredson le afeitó los bigotes y la barba, recibió una cola más fina, tuvo su primera gran participación y fue bautizado como Dippy Dawg. Según la leyenda, Walt Disney y sus artistas habrían considerado goofy (tonto) su humor en las historietas y así fue rebautizado el perro.
