El aguardiente "Grappa", producto tradicional italiano, puede dejar de ser algo único del país si prospera una regulación del Consejo Europeo sobre bebidas alcohólicas que prohibiría la utilización en exclusiva de esta denominación.
Los destiladores están en alerta, ya que se podría eliminar el popular aguardiente de la lista de bebidas alcohólicas con denominación de origen única.
La polémica no se ha hecho esperar y las destilerías, preocupadas por su futuro, han convocado para los días 19 y 20 de febrero un encuentro con el lema "Grappa: un patrimonio italiano a defender".
La bebida, de la que en 2004 se vendieron más de 40 millones de botellas en todo el mundo, la producen en Italia 136 destilerías y la embotellan y distribuyen en torno a mil 500 empresas.
