La señora Dora no me habla. Esta mañana, le pedí algo de comer. Cuando me trajo un jugo de guayaba fresco, lo disfruté como loca, durante tres segundos y medio, hasta que me percaté de que había usado las guayabitas que yo tenía reservadas para la foto de portada. Alarido mío, mudez suya.
No son baratas las guayabitas. Pagué un dólar cincuenta por dos en el supermercado. El ingeniero Edwin Gotty, del Mida de Capira, me informa de que los productores venden la libra entre 85 centésimos y un dólar. "Pero", arguyo "¿por qué, si pagué dos setenta por un frasco de jalea de guayaba de 13 onzas?". Me responde que "porque el néctar y la jalea se hacen con guayabas industriales".
OLOROSA Y FRESCA
La mía, la guayaba de la discordia, estaba fresca, fragante, con ese olor que podemos querer algunos y detestar otros (producto de un aceite esencial, eugenol, presente también en los clavos de olor), ese que es tan cubano como la Guantanamera.
Me gusta la guayaba, sí, pero no soy fanática. O sea, no soy cubana: para el almuerzo de toma de posesión del presidente Torrijos, Chale Collins sirvió cascos de guayaba en honor a doña Vivian. Y en casa de mi amiga de la infancia, Aurora, y en la de mi colega Elena Hernández, la guayaba fue y es ingrediente de siempre.
Hace unos meses tuve la oportunidad de visitar las instalaciones del Mida en Capira, donde tienen un programa conjunto con el gobierno de Taiwan (República de China) con 10 frutas distintas, entre ellas la titular.
COSECHAS DEL PATIO
Para ponerme al día llamé nuevamente al ingeniero Gotty, quien me dijo que actualmente hay 36 pequeños productores de guayaba, un tercio de ellos mujeres, algunas de la tercera edad. Para este 2006 esperan aumento a 45.
El proyecto, del que hablaré otro día, es una belleza. Por ahora, menciono que el proyecto utiliza una variedad taiwanesa, la Perla, para consumo fresco. Si las ves en el súper crees que son importadas, pero no: son local talent.
Efecto de la globalización, esta gira mundial de medio milenio que ha dado la guayaba.
Vea La guayaba es la reina de las conservas

