Inmerso en un lapso de relajación, la persona puede ver todo con mayor claridad y, en caso de problemas, conseguirá una solución que antes no veía.
Esa es la meta de la hipnoterapia, una técnica de relajación profunda en la que la sugestión tiene un papel preponderante, explica el psicólogo clínico Roberto Mainieri.
“Usualmente, cuando se tiene un problema, la persona se encuentra atrapada en una sola solución que no quiere o no puede realizar; sin embargo, con la hipnoterapia, ese abanico de opciones se amplía, dándole cabida a nuevas maneras de ver el problema y de solucionarlo”, añade.
Además, el hipnólogo no interfiere en la voluntad del paciente mientras practica la técnica. La persona cuenta con libre albedrío; pero, por medio de la terapia, deja de ser negativa y de pensar “no puedo”.
