Los hoteles tradicionales ya están quedando obsoletos. La última tendencia para los amantes del agua es sumergirse bajo el océano hasta para dormir; esto lo demuestra el creciente éxito de los complejos hoteleros submarinos.
Algunos dicen que donde mejor se duerme es al nivel del mar, y por eso son más los promotores que toman esta idea y construyen hoteles sumergidos en algunos de los puntos costeros más paradisiacos del mundo.
Estos hoteles cuentan con habitaciones semejantes a las de un barco, con un precio medio de 600 dólares por noche. Para entrar a estos hoteles, se debe bucear más de 6 metros bajo la superficie del mar; otros disponen de un pasillo que comunica con sus suites submarinas. Para los claustrofóbicos, algunos hoteles también disponen de habitaciones que en lugar de estar inmersas debajo del agua, están sobre el mar y que cuentan con suelos transparentes para ofrecer la sensación de estar suspendido sobre el agua.
Son todavía pocos los hoteles existentes, pero tienen muchas perspectivas de futuro: en China para 2008 se inaugurará un hotel submarino en una cueva protegida de la costa del mar Amarillo, el Hidrópolis de Qingdao.

