La técnica de diagnosticar y brindar tratamiento terapéutico a cualquier tipo de enfermedad o dolencia a través de imanes que emiten energía natural es vista con recelo por la comunidad médica.
Para algunos, esta ciencia, llamada terapia biomagnética, es una medicina alternativa no certificada, otros alegan que se trata de un procedimiento que juega con la sugestión de los pacientes y quienes la practican consideran que representa la evolución de la medicina.
Independientemente de las opiniones que tengan los especialistas, no se pueden ignorar los testimonios de pacientes que aseguran haber mejorado su calidad de vida y su condición clínica con las terapias biomagnéticas.
El padre Valentín Plaza, de la parroquia de San Joaquín, por ejemplo, asegura que por años ha seguido al "pie de la letra" los tratamientos medicamentosos que le han recetado para la artritis, aun así, le era cada vez más difícil controlar la actividad motora de su cuerpo. Una vez comenzó el tratamiento con imanes, dejó el bastón y empezó a sentirse dueño de su cuerpo.
Mientras Delmira Andrade, quien sufre de reumatismo, ya no se queja al caminar de un dolor punzante que la congelaba desde la cadera hasta la rodilla.
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