El nuevo bebé debe ser protegido. Muchas son las enfermedades que pueden atacarlo en sus primeros meses de vida, por ello son importantes las vacunas.
El pediatra-neonatólogo Roberto Grimaldo explica que existe un sistema de inmunización que consiste en una serie de vacunas que han resultado eficaces contra las enfermedades transmisibles.
Este sistema es universalmente usado en niños desde que nacen hasta que cumplen el primer año.
Grimaldo añade que en Latinoamérica estas vacunaciones incluyen la DTT, que sirve contra la difteria, tétano y tos ferina. Esta vacuna muchas veces ha sido relacionada con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), aclara en su página web, que varios estudios han demostrado "una menor frecuencia de muertes por el SMSL entre los niños que habían recibido poco antes una inyección de vacuna DTT. El Institute of Medicine de Estados Unidos declaró que "todos los estudios controlados que han estudiado a niños vacunados y no vacunados han determinado la inexistencia de una asociación o bien una disminución del riesgo de SMSL en los niños vacunados" y concluyó que "las pruebas no indican la existencia de una relación causal entre la vacuna [DTT] y el SMSL".
Por otro lado, Grimaldo señala que además de esta vacuna se le debe colocar al bebé una contra la polio, la cual se coloca a partir de los dos meses de nacido.
La BCG, que es contra la tuberculosis, se aplica a niños menores de tres meses. Esta vacuna no produce fiebre y el recién nacido puede bañarse normalmente. Además debe ser colocada en el brazo derecho.
"Y la tripeviral, que es contra el sarampión, la papera y la rubeola, conocida como SPR (MMR en inglés)", dijo Grimaldo .
"Para contrarrestar la meningitis en los primeros años de vida se debe colocar la vacuna contra la haemophilus influenza tipo B (Hib) y la vacuna contra la hepatitis B", explica el neonatólogo.
Agrega que todas estas vacunas deben ser colocadas para evitar, incluso, la muerte, y aclara que la más importante es contra la tuberculosis.
Según la OMS, ninguna vacuna causa síntomas posteriores mayores. "La mayoría de los síntomas asociados a las vacunas son menores y temporales, como el dolor en el brazo y la fiebre leve".
