Al compás del oleaje y a 500 kilómetros del continente, la remota Isla del Coco, ubicada en Costa Rica, es un parche verde de 24 kilómetros cuadrados colocado en la inmensidad azul del océano Pacífico.
Cubierta de bosques siempre verdes y de más de 200 cataratas de agua pura, este lugar es ante los ojos del visitante la extensión del paraíso.
En ese lugar, en una playa escondida entre las rocas, me recibe Felipe Giménez, jefe de los guardaparques encargados de proteger la riqueza natural del lugar.
Con la prohibición de la pesca comercial las poblaciones de especies marinas se han empezado a recuperar, -comenta Giménez.
Es que con la ayuda de los barcos de patrullaje de la Fundación MarViva, los pescadores ilegales han tenido que recoger sus redes y retirarse del parque.
El resultado lo estamos viendo ya –prosigue el guardaparques-, cada temporada más personas que practican el buceo reportan que el mar en los alrededores de la isla está recuperándose y en las aguas puede verse cada vez más vida.
Tras la retirada de las redes pesqueras ha aumentado el número de visitantes que vienen atraídos por la oportunidad turística natural.
"Cuando llegamos a patrullar por primera vez al lugar, aquí había cualquier cantidad de barcos, no se veían manchas de peces, no se veía nada -confirma Melver Dalorzo Alfaro, capitán de la embarcación patrullera de MarViva que custodia la isla. Conforme empezaron a efectuarse los primeros decomisos de redes utilizadas para la pesca, la flota pesquera se dio cuenta que tenía que salir de estas aguas protegidas.
Los jueces encargados de aplicar la sanción comenzaron a tomar en cuenta toda la evidencia y entonces vinieron las sanciones para los delincuentes. Esto causó una estampida de pesqueros hacia afuera del parque.
En Isla del Coco la verdadera abundancia se manifiesta bajo las aguas. Es una de las cuatro estaciones de "limpieza" para los tiburones martillo, tiburones punta blanca y para varias especies de rayas.
Los depredadores vienen buscando peces limpiadores, como el pez mariposa y el pez ángel rey, que eliminan sus parásitos, hongos y otros organismos polizontes.
Luego de varios días de expedición, en Costa Rica navegamos de retorno a Panamá con la convicción de que esta isla es un modelo de conservación para áreas como el Parque Nacional Coiba o el archipiélago de Las Perlas, también ubicado en el océano Pacífico.
Coco y Coiba tienen similitudes, ambas albergan tesoros naturales que son patrimonio del mundo, las dos forman además parte del Corredor del Pacífico Tropical Oriental.
La experiencia costarricense con Isla del Coco es un punto de referencia para el plan de manejo que deberá considerar Panamá para la isla de Coiba en búsqueda de un desarrollo humano sostenible.www.albatrosmedia.net
DATOS CLAVES
SEGUIR EL EJEMPLO DEL PATIO VECINO
FÓRMULA - Isla del Coco se ha convertido en uno de los megadestinos para el buceo y para la observación de especies pelágicos.
Esto genera varios millones de dólares para las empresas de turismo naturalista sostenible.
PROYECTO - El Corredor del Pacífico Tropical Oriental. Es una iniciativa regional firmada por las autoridades del medio ambiente de Panamá, Colombia, Ecuador y Costa Rica, cuyo objetivo es salvaguardar una suerte de avenida biológica que las especies usan para migrar y poder reproducirse.
UNIÓN - El cuidado del parque está en varias manos. Los guardaparques son los encargados de hacer cumplir las leyes de conservación. La fundación Amigos de la Isla del Coco realiza actividades para la protección de la isla a largo plazo.





