El turco Sultán Kosen, que ostenta el título de “El hombre vivo más alto del mundo” en el Libro Guinness de los Récords 2011, con 2.46 metros de altura, aseguró ayer que su estatura es más que suficiente y no desea seguir creciendo para batir marcas.
“Hace dos años que mido lo mismo.
¡Ya crecí durante suficiente tiempo y no quiero crecer más!”, bromeó Kosen, de 27 años, al ser presentado como el hombre más alto del mundo en un acto de la organización Guinness de los Récords en Río de Janeiro.
Kosen fue indicado como el hombre vivo más alto del mundo en septiembre del año pasado cuando le arrebató el título al chino Bao Xi Shun, de 59 años, que medía 2.36 metros.
Kosen recordó que cuando tenía 10 años ya medía lo mismo que su padre, 1.60 metro de altura, y que tan sólo dejó de crecer dos años atrás, cuando ya pasaba de los 2.40 metros.
Según contó, su crecimiento desmedido se debe a un tumor situado cerca de su cerebro.
