A muchas personas no les alcanza el tiempo para ir a un gimnasio o salir y practicar algún deporte. Sin embargo, eso no significa que no puedan obtener los beneficios del ejercicio. ¿Cómo? Expertos en el tema aseguran que las personas se pueden ejercitar, mientras realizan las labores en casa.
De hecho, cualquier quehacer doméstico es por definición una actividad física, desde barrer hasta la jardinería, señaló el médico deportivo Gerinaldo Martínez.
Por ello, Martínez recomendó gastar o quemar unas cuantas calorías con los deberes domésticos.
Por ejemplo, actividades que incluyen movimientos o desplazamientos, como barrer y trapear, pueden aportar un valor aeróbico al quehacer, explicó Karla Jiménez, directora artística del grupo de danza árabe Proyección Leyla Salam.
Cuando se barre, se trabaja el tronco, brazos y piernas. “Un tip es comenzar a barrer en un lado de la sala y desplazar la escoba en intervalos de 8 a 10 barridas hacia ambos lados del cuerpo”, explica.
Además, los movimientos circulares que realizan al limpiar espejos, cuadros o ventanas con paños podrían ayudar a tonificar los brazos y favorecer los músculos superiores de la espalda, añadió.
Y aunque se escuche extraño, con el simple hecho de fregar, planchar y lavar se puede aprovechar para trabajar los muslos y pantorrillas, aseguró Jiménez.
En tanto, un artículo publicado en terra.com señaló que agacharse y levantarse, tomar en peso a los niños, cargar con la compra, girar la cintura, hacer fuerza con los brazos e ir corriendo de un lado a otro son ejercicios variados, que en un gimnasio no suelen hacerse en una sola sesión como en el quehacer diario.
El médico Martínez aseguró que todos estos beneficios físicos de los quehaceres domésticos solo deben ser un complemento de un programa de actividad física regular. No se debe dejar de caminar, trotar, montar bicicleta u otro tipo de ejercicio físico.
