Diana N. Gonzálezdigonzalez@prensa.comLos cambios en los lunares en el cuerpo humano deberían ser motivo de una consulta dermatológica para descartar la presencia de un cáncer en la piel. Estudios recientes muestran que ciertos tipos de lunares tienen un promedio de riesgo mayor de volverse cancerígenos.
Este fue el mensaje lanzado durante la jornada de captación de pacientes con lunares sospechosos realizada la semana pasada en diversas policlínicas de la Caja de Seguro Social (CSS).
En Panamá se ha notado un aumento de casos de cáncer en la piel debido a las campañas de captación, argumenta el dermatólogo Fernando Carrillo, y señala que un lunar podría ser maligno cuando mide más de medio centímetro, si se eleva de forma repentina y si presenta cambios de coloración (gris, rojo, rosado).
Hay muchas probabilidades de que estos lunares podrían transformarse en melanoma maligno o cáncer de piel, y sugiere estar vigilante porque hay lunares presentes desde el nacimiento y otros que se presentan durante la niñez.
Considera necesario que "uno mismo se revise en las áreas genitales, en la espalda, planta y entre los dedos de los pies".
En el mundo, el cáncer de piel ocupa la tercera posición en frecuencia de cáncer de órganos, sobre todo por la influencia de los rayos ultravioletas producidos por la exposición del sol.
Durante la reciente jornada de captación de cáncer de piel, en la policlínica Generoso Guardia (Santa Librada, distrito de San Miguelito), se atendieron 50 pacientes de entre 20 años y 70 años, de los cuales, 24 fueron referidos al dermatólogo por lunares y lesiones sospechosas en la piel, menciona la doctora Mireya de Moreno, subjefa de docencia de la CSS.

