Tengo 30 años y no paro de eructar. Me siento peor después de las comidas y cuando hago ejercicios, cuando se inicia una sensación de atoramiento en el pecho, que se alivia al eructar. La situación es muy incómoda y embarazosa.
¿QUÉ TENGO? Eructos excesivos son una causa frecuente de consulta al médico. Hay múltiples causas, por lo que cada caso debe ser analizado con detenimiento.
¿POR QUÉ OCURRE?Muchos pacientes con eructos excesivos tienen un desorden de la parte alta del tracto digestivo (enfermedad por reflujo, dispepsia, gastritis, pobre motilidad gástrica o gases intestinales excesivos como en el caso de intolerancia a la lactosa).
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?Hay que analizar otros síntomas asociados a los eructos, por ejemplo la presencia de ardor torácico o mal sabor en la boca (sugiriendo enfermedad por reflujo), sensación de "aventazón" en el abdomen (dispepsia o gastritis), ruidos intestinales excesivos con o sin diarreas (intolerancia a la lactosa). Finalmente hay un grupo de pacientes que solo tienen eructos frecuentes y que puede deberse a un patrón de conducta mediante el cual tragan el aire y lo eructan repetitivamente (aerofagia). Guiados por los síntomas asociados se puede dirigir el tratamiento a través de cambios en la dieta, antiácidos, promotores de la motilidad, reductores de los gases intestinales y suplementos enzimáticos.
¿CUÁNTO DEBO PREOCUPARME?Los pacientes que eructan excesivamente no suelen tener patologías peligrosas, pero ciertamente los síntomas pueden interferir con las actividades cotidianas. Pienso que necesita evaluarse la posibilidad de enfermedad por reflujo, eliminar patrones que promueven la ingestión de gases (masticar chicles, fumar, comer rápidamente) y estudiarse por intolerancia a la lactosa.
Esta columna no pretende hacer diagnósticos o tratamientos. Consulte con su médico de cabecera si lo aquí expresado se aplica a su caso.