Juan Carlos Marcos no le gusta definir el estilo de sus cuadros, pero sí recalca que la pintura es su vocación, la cual descubrió desde la niñez.
“El trabajo en la publicidad fue una forma de ganarme la vida o profesión, sin embargo, no era mi vocación”, explica.
Marcos, quien nació en Argentina, se considera panameño, porque reside en el istmo desde hace 43 años. Expondrá desde hoy y hasta el 6 de diciembre en la galería Mateo Sariel su colección “Lo último desde La Matraca”, nombre de su taller, el cual recuerda las reuniones que tenía con sus amigos de barrio.
INTENCIÓN
Marcos es uno de los pioneros de la publicidad panameña, y entre sus intereses también está la escultura. Escribió una autobiografía titulada Billete de ida (2005), en la que narra de forma desenfadada su niñez, su recorrido por el mundo y sus vivencias con sus amigos.
El artista plantea que sus cuadros tienen alguna “intención” muy relacionada con lo que ocurre en la sociedad, y “no es que tengan un mensaje, son intencionales”.
“Pedrito Altamiranda vio la vergüenza para Panamá que significa la pérdida de los Juegos de Antaño” y escribió una canción, recuerda. “Eso indigna a cualquiera, eso lo indignó a él, y a mí hay otras cosas que me molestan o que veo y que tengo que decir algo de ello a través de la pintura”.
En la muestra que inaugura hoy hay tres obras que nacieron por la necesidad de Marcos de transmitir una inquietud.
Pero no detallará su significado, porque si “se tiene que explicar la intención, entonces no dices nada”.

