La carne de Kobe, tierna y jugosa, es conocida en el ámbito mundial, sin embargo, la carne de res más preciada en Japón es la de “Matsusaka”, famosa por su veteado de grasa. Para los japoneses es un sinónimo de la ternera de la mejor calidad.
La carne es roja y llena de manchas blancas de grasa fina como escarcha. En contra del sueño del paladar occidental, esta carne no está indicada para ser consumida asada o en filetes, porque tiene demasiada grasa.
Sin embargo, es perfecta para el Sukiyaki, un típico plato japonés de carne cocida con varias verduras que se consume directamente de una cazuela colocada en la mesa.
En occidente se conoce a toda la carne de alta calidad japonesa como carne de Kobe porque el origen es el mismo, la vaca de raza Tajina.
La razón es que la carne del centro de Japón que fue presentada a la comunidad extranjera en Yokohama, cerca de Tokio, a finales del siglo XIX fue fletada desde este puerto. La carne Matsusaka se hizo un nombre poco a poco gracias a los comerciantes que llevaron este producto a Tokyo, donde estaba de moda comer Sukiyaki.
En Japón se come poca carne, unos 9 kilos (19.8 libras) anuales por persona, mientras un estadounidense medio consume 44 kilos (96.8 libras), por eso, para los japoneses es muy importante elegir la calidad máxima.
Aunque una excelente pieza de Matsusaka cuesta unos 85 mil yenes (945 dólares) el kilo (2.2 libras), los nipones pagan con gusto, especialmente después del problema de las vacas locas.

