LONDRES, Reino Unido/EFE- En plena batalla judicial por el divorcio de su esposa, Paul McCartney se refugia en los brazos de Sabrina Guinness, heredera del grupo cervecero Guinness y antigua novia del príncipe Carlos de Inglaterra.
El pasado miércoles la presencia de los fotógrafos frustró una cena que McCartney y Guinness tenían pensado compartir con la hija del artista, Stella, y el esposo de ésta, Alasdhair Willis.
