La obra del artista estadounidense Richard Serra, vinculada a la experiencia física y la percepción subjetiva del tiempo, el espacio y la memoria, será objeto una retrospectiva en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.
Se trata de una muestra escultórica que se abre el domingo y es la más monumental presentada por el MoMA al reunir 27 macizas piezas de acero, plomo, caucho y fibra de vidrio, los materiales industriales con los que ha experimentado el creador en los últimos 40 años.
Considerado uno de los escultores vivos más importantes, Serra (San Francisco, 1939) es reconocido por ampliar la definición de escultura, al hacer inherentes a esta el proceso, el movimiento, el tiempo y la participación del espectador.
"Esta exhibición nos hace pensar en qué es la escultura, cuáles son los elementos esenciales que explora Serra -masa, forma, gravedad y balance- y la relación corporal con esta y con el espacio que nos rodea", dijo el comisario de la muestra, Kynaston McShine.
La exhibición comienza con sus primeras obras de 1966 a 1986, continúa con dos instalaciones de acero de los 90 en el jardín de esculturas del museo y finaliza con tres obras nuevas del 2006 que ocupan unos 13 mil metros cuadrados.
La instalación de los nuevos trabajos, "Band", "Sequence" y "Torqued Torus Inversion", supuso el acondicionamiento de la sala, a la que se le reforzó el piso y eliminaron las paredes, una de las cuales se hizo movible para facilitar la carga por grúa y la entrada de las monumentales placas de acero. La titánica tarea de instalación, para la que Serra prácticamente montó carpa en el museo por seis semanas, fue descrita por el director del MoMA, Glenn Lowry, como "todo un ejercicio militar".
