Irvin Kershner, el director de la segunda entrega de la saga espacial La Guerra de las Galaxias, El Imperio contraataca (1980), murió el pasado sábado a los 87 años en el estado norteamericano de California, informó ayer Hollywood News.
Kershner, nacido en Filadelfia, entró en contacto con el arte a temprana edad y se convirtió en un artista multifacético.
Tocaba el violín e incluso compuso algunas piezas. Luego se dedicó a la pintura y tomó clases con el expresionista alemán Hans Hofman, que había huido a Estados Unidos. Llegó al cine a través de la fotografía. Se inició con producciones televisivas y películas documentales.
Su primera gran película para Hollywood fue el western A Man Called Horse.
La segunda parte le gustó tanto a George Lucas que le encargó a Kershner que dirigiera la segunda entrega de su trilogía.
Hoy en día, El Imperio contraataca es considerada la parte cinco, ya que Lucas produjo más tarde -dos décadas después de las tres primeras películas- otras tres películas de La Guerra de las Galaxias, precuela de las primeras.
Tres años después de La Guerra de las Galaxias Kershner filmó Never Say Never Again, el regreso de Sean Connery como James Bond.
La película se llamó así porque Connery había dicho que nunca más iba a interpretar al agente inglés. Después de rodar Robocop 2 en 1990, Kershner redujo el ritmo, aunque trabajó hasta el final.
En octubre pasado dijo en una entrevista con Vanity Fair que en los últimos 10 años lo habían impresionado mucho más las películas extranjeras que las estadounidenses, aunque afirmó que la cinta animada Ratatouille, de los estudios Pixar, era una de las excepciones.