Entre guitarras, maracas, tumbas y bailes, ayer el Hospital Oncológico se llenó de pura alegría.
Y es que, para celebrar el Día del Amor y la Amistad, Fundacáncer y sus voluntarios les llevaron una serenata a los enfermos de cáncer, recorriendo los pasillos y los cuartos del hospital al son de canciones populares como Vámonos caminando y Palo bonito.
La serenata, que se realiza desde hace cinco años, fue iniciativa de Martha Cecilia De Haseth, quien falleció de cáncer dos años después de haber iniciado la tradición.
"Martha Cecilia era una persona muy alegre, le gustaba la música y el baile. Ella consideraba que era sumamente importante para todos los enfermos de cáncer que estuvieran contentos", explica Martha Stella C. de Vallarino, presidenta de Fundacáncer.
El estado de ánimo es clave para superar la enfermedad, añade Vallarino. Este año, la serenata fue incluso más emotiva por la presencia de Marcela Linares, madre de Martha Cecilia.
Por otro lado, la presidenta de Fundacáncer comentó a La Prensa, que la fundación enfrenta grandes retos en este año, ya que necesita alrededor de 200 mil dólares para los proyectos que quieren realizar.
Uno de ellos es la compra de un mamógrafo, a un costo de 100 mil dólares. "El cáncer que más mata es el cáncer de mama. Pero no es el que más da... lo que pasa es que la mamografía cuesta 40 dólares", dice y por eso las mujeres aplazan el examen.
Además, Fundacáncer comprará una aguja de argón, una herramienta especial que se utiliza para operar a las personas que se enfrentan al cáncer de hígado. Aparte, el Hospital Oncológico necesita unas 150 mesas de noche.
Vallarino espera la cooperación de la sociedad panameña, que puede hacer sus donaciones a través de Fundacáncer.

