El riesgo de padecer cáncer de boca, faringe, esófago y laringe de los consumidores asiduos de alcohol disminuye significativamente si tienen alguna de las dos mutaciones genéticas identificadas por un estudio, en el que han participado investigadores del Instituto Catalán de Oncología.
El alcohol es, junto con el tabaco, el principal factor de riesgo en estos cánceres, y aunque "cuanto mayor es el consumo, mayor es el riesgo", a igual volumen de alcohol ingerido, quienes llevan en sus cromosomas las mutaciones identificadas presentan una probabilidad de padecer estos tumores un 44 menor en el caso de la variante del gen ADH1B, explicó Antonio Agudo, partícipe del estudio.
El riesgo cae un 32% si se tiene la mutación adecuada del otro gen, el ADH7, y un 55% si en el individuo coinciden ambas variantes, concluye el informe.
Estas mutaciones, presentes en el 6% de la población estudiada (europea y latinoamericana) en el caso del ADH1B, y en el 12% en el del ADH7, fabrican una enzima que metaboliza el alcohol mucho más rápido que la que produciría un gen no mutado.

