Rockwell narró a través de sus imágenes, técnica que ha tenido enorme influencia en el cine actual. Además, la mayoría de sus obras tiene un sentido del humor basado en los personajes y su ubicación en la composición, lo cual también es usado hoy en día tanto en el cine como en la ilustración.
Norman Percevel Rockwell nació el 3 de febrero de 1894 en Nueva York y trabajó desde 1910 hasta 1971, período durante el cual realizó alrededor de 4 mil obras, entre ellas pinturas, portadas de revistas, estampillas, calendarios e ilustraciones de libros.
Su trabajo ha sido exhibido en museos como el Guggenheim, pero la extensión de su obra se dio a conocer principalmente a través de las más de 80 revistas con las que colaboró, incluidas The Saturday Evening Post, que tuvo un Rockwell de portada durante 332 ediciones; y el calendario de los Boy Scouts of America, que tuvo un Rockwell durante 48 años.
A lo largo de su larga y productiva vida artística, la forma de pintar cambió poco, en cambio la temática sí evolucionó.
Rockwell fue considerado un pintor conservador. Hasta finales de 1950, retrató una imagen inocente y utópica de Estados Unidos, pero a partir de 1960 empezó a realizar obras con un toque más político, abarcando temas de tipo social. Algunas en contra del racismo, otras ilustrando los derechos civiles.
La pintura “The Problem We All Live With” muestra a Ruby Bridges, la primera niña afroamericana en asistir a una escuela primaria para niños de raza blanca caminando hacia su primer día de clases, escoltada por oficiales federales.
Sus elementos narrativos los movía del centro más lógico hacia los bordes, convirtiendo la imagen en una especie de red de pistas, en las que solo observando toda la imagen se puede descifrar su historia completa.
Esta técnica se usa en el cine para dar pistas acerca de la trama. La técnica de pintar únicamente a los personajes y los elementos de la narrativa detallados, sobre un fondo blanco, también es invención de Rockwell.
Los críticos de su tiempo no lo tomaban en serio por dos razones: la inocencia de su temática y el factor comercial de su trabajo. La fuerza de su obra y la facilidad con la que se impregna en nuestra memoria no pueden ser ignoradas. La historia ya no establece a Rockwell como alguien que estaba entre la pintura y la ilustración, sino alguien que estaba arriba de ello.
