Más que un mero registro de la realidad, el documental chileno se ha transformado en los últimos años en un ejercicio físico y emocional que de alguna forma ha logrado mantener viva la memoria, y ha "refrescado" la identidad de una sociedad construida sobre grietas.
La embajada de ese país presenta en La Casona de las Brujas (San Felipe) un extracto de la nostalgia y la mirada crítica propia a partir de tres piezas audiovisuales: Este año no hay cosecha (2000), de Fernando Lavanderos y Gonzalo Vergara, que sigue la vida cotidiana de un grupo de niños callejeros (hoy a las 8:30 p.m.).
En Locos del alma (2003), Joanna Reposi registró el trabajo de un grupo de actores esquizofrénicos que llevan más de 30 años de encierro en un hospital psiquiátrico y preparan una obra de teatro (miércoles 21 de marzo a las 8:30 p.m.). El ciclo finaliza con uno de los documentales más vistos en Chile en los últimos años, Malditos, la historia de los Fiskales Ad Hok, la historia de una banda de punk formada en plena dictadura de Pinochet y disuelta con la llegada de la democracia. Elogiada por la crítica y la prensa local (miércoles 28 a las 8:30 p.m.). La entrada es gratuita.

