"Los límites y prohibiciones que los padres les imponen a sus hijos son importantes para su desarrollo educativo, pero ellos también deben saber hasta dónde deben llegar y qué tanto pueden exigirle a un menor, tomando en cuenta el entorno en el que viven". Así empezó la psicoanalista familiar Zonia Araúz, la charla: "En estricto cumplimiento" que dictó esta semana en la Universidad de Panamá, a un auditorio integrado por unas 150 personas, entre padres de familia y estudiantes secundarios.
En este sentido, la especialista comentó que el error más común y grave que comenten los padres es prohibirles a los adolescentes tener novio o novia.
"Es un punto que puede causar mucha polémica porque hay quienes dirán que el permitírselo es darle rienda suelta para que caigan en el libertinaje y empiecen a sentir curiosidad por el sexo, pero basándome en mi experiencia profesional, puedo decir con propiedad que la prohibición lleva más rápido al joven a cometer errores, que si el padre opta por mantener una relación con este abierta, donde conversen de los pros y contras de llevar una relación desde temprana edad".
Según Araúz, lo primero que deben hacer los padres es darle las armas a sus hijos para que sepan discernir si un amor les conviene o no, pero no diciéndoles: "esa muchacha no te conviene porque no me parece", o " este chico parece un hippie y no lo apruebo", sino hablándole en general de que deben ver ellos en la persona que le interesa. "Cuando llega la ilusión ellos, al igual que los adultos, se ciegan, pero si tienen en la mente revoloteando consejos de cómo deben ser tratados o valorados será más difícil que caigan con una persona que no les conviene o que los lleven a hacer cosas que ellos mismos no quieran hacer".
Hablarle sobre el respeto mutuo es esencial, ya que ha visto casos en donde el chico o la chica se frustra porque su pareja busca cambiar su forma de ser, violando no sólo su esencia como individuo que le proporciona seguridad, sino su integridad. En otros casos, la persona deja de hacer actividades sanas que le gustan, finge gustarle cosas que aborrece o deja de seguir proyectos que tenía planeado porque su compañero no comparte su línea.
Este punto, advierte la doctora, va ligado con el tema del apoyo, ya que se le enseña al menor desde temprano a que en una relación ambas partes deben velar por crear una balanza, no que uno ofrezca más que el otro. "A veces cualquiera de las partes deberá ceder o claudicar pero eso no significa que deba hacerlo siempre como una rutina".
Manifiesta Araúz que también hay que tocarles el tema escabroso de las relaciones enfermizas que se dan mucho en este grupo. Sobre esto la especialista apunta que hay que enseñarle a los hijos a no reprimir sus sentimientos y expresar cuando algo no les gusta. Esto incluye cuando se sienten despreciados por la pareja, controlados o maltratados de forma verbal o física.
En el tema sexual, indica, hay que hablarles de las consecuencias de un embarazo temprano y en qué términos se debe dar una relación sexual, no por complacer a la pareja, sino por consentimiento mutuo.
En tanto, la psicóloga Rosa Puente coincide en que estos temas no pueden obviarse ya que hay estadísticas que la sustentan. Por ejemplo, agrega, que en una encuesta que se hizo entre los estudiantes de preparatoria de las escuelas públicas de Mississippi y Nueva York, EU, se pudo conocer que el 20% de las chicas adolescentes han sido golpeadas, abofeteadas o forzadas a mantener relaciones sexuales por sus novios de su misma edad. Y el 40% de todos los adolescentes dijeron conocer a alguien en su colegio o instituto que estaba siendo víctima de algún tipo de violencia en el seno de una relación sentimental.