El escritor y periodista argentino Hernán Casciari, uno de los narradores virtuales de habla hispana más leídos, dijo que “la blognovela es el mismo deporte pero en cancha chica”, en ocasión de la presentación en una librería barcelonesa de su último libro El pibe que siempre arruinaba las fotos.
La sensación de la blognovela es más teatral que literaria porque hay un público esperando que ocurra algo y que te devuelve velozmente sus pareceres, dijo Casciari.
Como sus obras anteriores, El pibe que siempre arruinaba las fotos fue escrita en directo ante los lectores, en su blog orsay.es, aunque en este caso la intención inicial de Casciari no era construir una novela a partir de las entradas que iba escribiendo.
“Me di cuenta un día de que mi padre [fallecido un año atrás] aparecía en unos 40 relatos de blog y que tenían un hilo conductor. Estaba todo escrito. Faltaba solamente hilvanar un poco y darle el cierre”, comenta.
“Es como escribir borradores en directo y encontrarles un por qué”.
En ella, el escritor argentino cuenta sus vivencias desde la infancia y juventud en Buenos Aires, Argentina, hasta el fallecimiento de su padre, mezcladas con todos los detalles que le llevaron a que le gustara el oficio de escribir.
“No son unas memorias. Si tuviera que leerse en clave de memoria sería muy fragmentada. Son anécdotas intrascendentes que me fueron llevando hacia alguna parte”.
“Son pequeños momentos del pibe que arruinaba las fotos, de que siempre estás en un lugar que quisiera ser inolvidable para una foto y que de alguna manera acabas arruinándolo”, añadió.
Miembro de la generación de la transición entre el analógico y el digital, Casciari impulsó hace años el género de la blognovela (que mezcla literatura y nuevas tecnologías) con Más respeto que soy tu madre, escrita entre 2003 y 2004 ante miles de lectores los lunes, miércoles y viernes (llevada primero al teatro y el año que viene al cine con Juan José Campanella).
Cada uno de esos tres días por semana, Casciari narraba con humor las aventuras de la familia Bertotti con la crisis argentina de fondo, y 100 mil lectores que lo seguían.

