Gustavo Ampudia P. gampudia@prensa.comOberhausen, ciudad alemana reconocida por su industria del hierro, intenta por medio del turismo tener una nueva imagen.
Con una población aproximada de 220 mil habitantes, la ciudad está enfocando sus esfuerzos en atraer visitantes, ofreciendo todo tipo de actividades para gustos diferentes.
Según datos ofrecidos por Kathy Wutz, del centro turístico local, aproximadamente 23 millones de turistas llegan a Oberhausen anualmente.
“El turismo está creciendo y llegan de distintas partes de Alemania y otros países”, dice con orgullo Wutz. “El trabajo apenas comienza. Brindar una nueva faceta de Oberhausen es la meta de todos”, añade.
CONVERGENCIA DE ÉPOCAS
En Oberhausen se conjuga lo moderno con lo antiguo. Lugares turísticos que datan de 1874 se mezclan con el modernismo de edificaciones vanguardistas como el centro comercial y de diversión Neue Mitte Complex, levantado en los antiguos terrenos de una acería.
Una estructura que llama la atención es el gasómetro, que a finales de la década de 1920 era el mayor depósito de gas en el continente europeo y que hoy es un centro de exposición con vista a la cuenca del río Ruhr.
Es primavera y la temperatura del ambiente se siente fría. Las calles de la ciudad son estrechas y es común ver transitando carros Mercedes Benz, Volkswagen, Audi y BMW, aunque en el país ya están afincadas empresas como Hyundai y Toyota, que buscan abrirse paso en un mercado netamente alemán.
El sistema de buses transporta cada día a miles de personas a los distintos puntos del pueblo y también hay trenes que hacen más confortable y económico el traslado a otros lugares turísticos.
Otro de los atractivos es el Acuario de Oberhausen. Ubicado en un terreno de 15 hectáreas, es el más grande de Alemania y uno de los mayores logros y orgullos de la ciudad.

