Taboga y el morro juntos siempre deben continuar en su estado original como la brisa y el mar. Duele el alma al observar plan de destrucción total al hacer mole en el mar sobre isleta tropical. Allí conviven la historia, recuerdos, fauna y gloria entre tierra, agua y cielo y el verdor de sus entrañas. No se puede destruir por lucro y por avaricia lo que Dios nos construyó con tanto amor y lealtad.¡ Roguemos por nuestro suelo que está siendo depravado paso a paso con el tiempo sin poder mirar atrás!
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