ESPERANZA. En el diccionario: Sust. femenino; tendencia del espíritu a considerar algo como probable. En palabras de Jesús: Mirad las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? (San Mateo, 6 : 26-30).
Para los antiguos griegos: En uno de los mitos clásicos de la creación, uno de los dioses, furioso porque Prometeo había robado el fuego permitiendo la independencia de los hombres, envía a Pandora para que se case con Epimeteo, el hermano de Prometeo. Pandora trae consigo una caja que se le ha prohibido abrir. Al igual que ocurre con Eva, su curiosidad es más fuerte: levanta la tapa, y los males del mundo salen del interior y se extienden por la Tierra. Apenas una cosa permanece dentro: la Esperanza.
Las cuatro mayores esperanzas de la humanidad:
1] La llegada del Mesías (en el cristianismo, el regreso de Cristo, y en el caso del islam y del judaísmo, la primera venida);
2] La cura del cáncer;
3] El hallazgo de vida extraterrestre;
4] La paz universal (fuente: encuesta sobre titulares más esperados, 1996).
Una historia real: Cuando tenía cinco años, Glenn Cunningham (1909-1988) sufrió quemaduras en las piernas y los médicos daban por imposible su recuperación. Todos creían que estaba condenado a una silla de ruedas. Pero salió de la cama a la semana siguiente.-Los médicos sólo veían mis piernas, no mi corazón.
En 1934, batió el récord de los mil 500 metros lisos con una marca de 4:06.
En una historia hassídica (tradición judaica): Cuando acabaron los 40 días del diluvio, Noé salió del arca. Lleno de esperanza, encendió incienso, miró a su alrededor, y lo que vio fue destrucción y muerte. Noé se lamentó: -Todopoderoso, si conocías el futuro, ¿por qué creaste al hombre? ¿Sólo para tener el placer de castigarlo? Un perfume triple subió hasta el cielo: el incienso, el perfume de las lágrimas de Noé, y el aroma de sus acciones. Entonces llegó la respuesta:-Las oraciones de un hombre justo siempre son escuchadas. Voy a decirte por qué lo hice: para que entendieses tu obra. Tú y tus descendientes usaréis la esperanza, y estaréis siempre reconstruyendo un mundo que vino de la nada.
Las cuatro mayores esperanzas del individuo:
1] encontrar el amor de la vida;
2] no tener problemas financieros;
3] gozar de buena salud;
4] ser inmortal (Libro de las Listas, Irving Wallace, 1977).Esperando ser recordado: El gran califa Alrum Al-Rachid decidió construir un palacio. Al lado del terreno escogido, había una choza. Al-Rachid le pidió a su ministro que convenciese al dueño (un viejo tejedor) de que la vendiese para que pudiera ser demolida.
El ministro lo intentó, pero sin éxito. Al volver a palacio, alguien sugirió que expulsasen al viejo.-Eso no –dijo Al-Rachid-. Esa choza formará parte del legado que dejo. Cuando vean el palacio, dirán: "Él fue grande". Y cuando vean la choza, comentarán: "Él fue justo, porque respetó el deseo de los demás".