Buscar distintas actividades para involucrar a la familia y a los niños en buenos hábitos deportivos y sociales es muy importante.
Algunos niños muestran destrezas en determinados deportes, y hay varios que desde pequeños les gusta la velocidad y son aficionados a las motos.
Velko Morrell de Mini Bike Pty Racing School explica que en la escuela, iniciada desde marzo de 2006, ya hay 45 miembros que desde los cuatro años son fanáticos de las minimotos.
Los requisitos para entrar en la escuela es saber manejar bicicleta y tener la moto (pueden costar de 250 a 350 dólares), aparte de los implementos básicos de protección (casco, rodillera, guantes, etc.).
Al ingresar, el padre debe firmar una carta de consentimiento donde él sabe que es un deporte a motor que pueden haber golpes. Es un deporte extremo, pero es para niños, explica Velko.
Rubén Moreno, piloto de superbike es el doctor encargado de prestar la atención médica a las niños. "Tenemos un botiquín médico de primeros auxilios para las cosas que aquí podamos controlar, y en caso de que se requiera ir al hospital lo trasladamos, pero generalmente ellos tienen que tener toda su protección en las áreas críticas y el equipo que tienen es de nylon que aguanta la abrasión del cemento, no hay mayor problema".
Raúl Tuesca, instructor del grupo, dice que "el niño debe tener el equilibrio, con eso se empieza a que ande en el pequeño circuito armado para que vaya progresando", además que van clasificando en diferentes categorías dependiendo de su destreza.
Pierfrancesco Paolini, de seis años, comenta que le gustan las motos y "no me he golpeado tan duro".
Entre los estudiantes también hay niñas como Arantxa Ramos, de nueve años, y ganadora de dos medallas PW, dice: "me gusta ir a velocidad y no me da miedo caerme."

