Se suele pensar que los perros son agresivos por naturaleza, pero no es así. Se vuelven agresivos si no reciben una buena crianza de sus dueños.
A esta conclusión llegó un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba, España, liderado por Joaquín Pérez-Guisado.
“La raza de los perros no tiene nada que ver con su agresividad. Existen factores externos modificables que dependen de la atención que dé el dueño”, señaló Pérez-Guisado, luego de estudiar a 711 perros que mostraban actitudes agresivas –bullterrier, american pitbullterrier, pastor alemán, boxer, rottweiler y doberman– y otros que eran dóciles, como el dálmata, setter irlandés, golden retriever, labrador retriever, caniche miniatura, chihuahua y pekinés.
Este planteamiento lo comparte Iván Mastrolinardo, director de K-nes Panamá, quien asegura que es mejor educar a los perros para prevenir que para corregir. Añade que 20% de los perros son agresivos por algún motivo orgánico –irritabilidad por enfermedad– y 80% por temor o por mantener su dominio territorial.
Por su parte, Carlos Santos, entrenador de perros, dice que los caninos se defienden por instinto y su agresividad puede estar influenciada por experiencias negativas. “Por tanto, no es algo innato”, enfatiza.
En tanto, el veterinario Xavier Paredes comenta que el carácter de los perros se puede modificar a través de la educación que le dan sus amos en la casa. “Es como los seres humanos, si no se le moldean van a actuar como les plazca”, piensa.
Los investigadores de la Universidad de Córdoba indicaron que los factores que provocan la agresividad canina son: los dueños no someten al perro a un entrenamiento básico de obediencia, lo consienten en exceso, no emplean el castigo físico cuando es necesario.

