La personalidad de los perros difiere no sólo según las razas o tipologías, sino también con lo que les ha tocado vivir, desde su aprendizaje como cachorros, hasta el rol que desempeñaban en su pequeña pero organizada sociedad canina con sus hermanos y su madre.
Existen perros miedosos en casi todas las razas, si bien es cierto que en alguna de ellas como los terriers es más difícil encontrar este tipo de problemas.
En las camadas hay quienes mandan, llamados alphas, y quienes obedecen las reglas sin tomar determinaciones, como por ejemplo los omegas; dentro de esta tipología generalmente encontramos a los tímidos y miedosos.
Esto puede presentarse de varias maneras: ansiedad, ladridos innecesarios, agacharse y hacer pis ante cualquier presencia o volumen alto, o mordiendo, ya que la inseguridad los lleva a estar a la defensiva permanentemente. No necesariamente el miedo es adquirido por vivencias; pueden traerlo en sus genes.
De todas formas, la terapia es la misma. Imagínese usted como otro animal canino, el cual tiene que brindar confianza al perro con problemas. Jamás lo fuerce a nada que él no esté dispuesto a hacer por su propia voluntad. Incentívelo ante sus actos con iniciativa y nunca los acaricie cuando demuestren su lado vulnerable. Las personas, por lógica, protegen a los animales cuando los ven en problemas, pero así solo estamos premiando su miedo. Llévelo a pasear a lugares con ruido, inmunícelo a los estímulos que lo perturban. Cuando lo felicite, hágalo palmeando su parte trasera arriba de la cola.
El autor es fotógrafo especialista en animales y jurado canino.

