Así como hay gente obsesionada con los ejercicios, las dietas o la delgadez extrema, existen personas adictas al bronceado.
Para los tanoréxicos, término implementado por especialistas ingleses para los obsesionados con el bronceado extremo, no alcanzan las alternativas que ofrece el mercado para lograr un color perfecto.
En países como España o Reino Unido, donde las horas de sol en invierno son pocas, se ha implementado una nueva técnica: las inyecciones de melanina, esa sustancia que produce el ser humano de manera natural y que da color a la piel, al cabello y al iris de los ojos.
Este tratamiento, que aún no está disponible en Panamá, consiste en la motivación de producción de melanocitos- que ayuda a la producción de melanina- por medio de inyecciones para ser absorbidos con mayor facilidad, explica la dermatóloga Gioconda Gaudiano. Sin embargo, el proceso es “delicado”, opina, pues “se está trabajando con hormonas”.
Por ello, sostiene la dermatóloga Jessica Correa, habrá que esperar algunos años para que se comiencen a ver los efectos secundarios.
Otros métodos que sí han probado ser perjudiciales, explica Correa, son las camas de bronceado, cuyo uso indiscriminado puede llegar a producir cáncer de piel. Además, dice, es igualmente dañina la exposición durante mucho tiempo al sol sin la protección adecuada.
La dermatóloga Leticia Muñoz Bucker, por su parte, asegura que hay otros métodos menos perjudiciales para tener “colorcito”, como por ejemplo las cremas auto bronceadoras.
Lo importante, coinciden las especialistas, es no abusar del sol y cuidarse la piel, aun cuando el método sea 100% cosmético y parezca inofensivo.
