Hasta cumplir los 17 años de edad, Juan Raúl Díaz Fábrega dibujaba. Inventaba personajes y "locuras" con sombreados. Cambió el dibujo por la pintura y eligió el formato grande (metro 80 por dos metros) porque encuentra allí más espacio para expresarse.
"Practico la pintura como una liberación. Empiezo haciendo lo que se me ocurre, y después lo perfecciono; por eso el formato grande me conviene", explica, y opina que con la pintura se puede dar mucha más realidad a la imagen que con carbón y papel.
El arte está en sus genes. Su bisabuela Laura Toledano y sus tíos Diego Fábrega y Micky Fábrega pintan.
Ha expuesto anteriormente con una colectiva en el Club Unión, en La Casona con Maravillas de la Evolución, y en PIAG Museum Miami. La exposición "La raíz de la antimateria", prevista para inaugurarse ayer lunes en Arlene Lachman Galería, representa su primera muestra individual en una galería de arte. Son 15 cuadros, en formato grande, cuatro de los cuales ya están vendidos.
Esta primera exposición es solo de mujeres. Por su cabeza ni pasa pintar elementos muertos, como bodegones. "Me gusta pintar seres vivientes, me gusta que el espectador vea que el cuadro está vivo".
Según dice, pronto incluirá en su currículo elementos nacionales y animales. Las águilas harpías y los caballos llaman especialmente su atención.
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