En los últimos 50 años se ha comprobado científicamente que la calidad en la producción de esperma en el hombre ha ido disminuyendo progresivamente desde los años ‘60.
Estas aseveraciones hechas por la doctora Lauren Thomas, especialista en terapias bioenergéticas están sustentadas en el último informe que dio a conocer la organización ecologista Greenpeace.
Este estudio planteó que la calidad del esperma ha disminuido por el contacto que tiene el ser humano con diversas sustancias químicas en su diario vivir. Como las encontradas comúnmente en su trabajo, perfumes y en prendas de vestir ( las que tienen contacto con la parte baja del individuo).
Según la doctora estas exposiciones son las que han provocado que se haya reducido a la mitad la producción de esperma del hombre actual y aumenten por mes los casos de cáncer de testículo en el mundo. "Este problema puede afectar el proceso de fertilidad casi desde el momento en que el bebé es concebido".

