El general del Ejército argentino Juan Domingo Perón Sosa ocupó la Presidencia de su país en varias ocasiones (1946, 1952 y 1972, si mal no recordamos). Fue derrocado en las dos primeras veces, y durante la última falleció. El solio lo había ocupado tras vencer en elecciones populares.
Fue en el año de 1955 cuando, tras uno de los golpes, se vio obligado a dejar su país. Para ello fue transportado en una cañonera denominada Paraguay hacia el país que lleva ese mismo nombre. Un hidroavión lo llevó a la ciudad de Asunción, capital de esa república suramericana.
Por avión continuó su ruta hasta el Brasil (había dicho que se dirigía a Nicaragua o a la República Dominicana). Hubo otra escala en Venezuela y después en Panamá, en donde la nave debería ser recargada de combustible. Pero al llegar aquí cambió de opinión y no se dirigió a Nicaragua.
El general Leonardi, que había reemplazado a Perón, renunció, tomando entonces el mando de la nación otro general, Pedro Eugenio Aramburú.
A propósito, una vez el genial Jorge Luis Borges, conversando con un periodista, manifestaba su sorpresa por cuanto en el ejercito de su país existían varios centenares de generales ¿Por qué reacciona así?, interrogó el periodista. ¡Cómo!, respondió el escritor. ¿Usted no sabe de lo que son capaces de hacer tantos generales? Y miren como no se equivocó.
Y aquí volvemos a Perón y Panamá, en el año ya mencionado de 1955, el Gobierno panameño organizó una conferencia de mandatarios de las Américas aquí en esta capital. Aramburu manifestó que si Perón se encontraba en suelo nuestro, él no acudiría a la invitación.
Jaime Ford Boyd, ya mencionado, por aparecer en nuestra fotografía de hoy, y amigo de Perón, fue encargado por el Ministerio de Relaciones Exteriores para que hablara con aquél a fin de que se alejara momentáneamente del país. Perón accedió y fue unos días a Costa Rica desde donde regresó una vez terminado el conclave presidencial para dirigirse a la ciudad de Colón, en donde se alojó en el Hotel Washington primero y más tarde en la modesta casa compartida de la familia Papageorgiu. Para llegar al pequeño apartamento de él, había que pasar por el que ocupaban los propietarios. Perón nos manifestaba que si él tuviese tanto dinero, como decían sus enemigos, por qué iba a vivir así.
Lo anterior era parte de su estrategia reinvidicadora (completamente falsa, como bien se sabe), ya que de aquí pasó a Caracas y luego a Madrid, en donde vivió en Puerta de Hierro, una de sus barriadas más exclusivas de esa de por sí costosa ciudad..
Perón había llegado a Tocumen el domingo 6 de noviembre de 1955. Dos días más tarde ya estaba en Colón. Lo acompañaba Víctor Rodeglia como secretario, guardaespaldas y mayordomo.
Fue recibido en el aeropuerto por Sergio González Ruiz, ministro y ex embajador de Panamá en la Argentina, y por el profesor Rubén Darío Carles padre.
Tuvo invitaciones a almorzar y a cenar aquí por parte de los esposos Suescun y Mayor Alemán, ministro de Hacienda.
Textos: Harry Castro StanziolaFotografías: Ricardo López AriasComentarios: vivir@prensa.com
