Rella Rosenshainrrosenshain@prensa.comHoy día, la tecnología médica se está imponiendo en la batalla contra las enfermedades. Gracias a los avances científicos, tumores y células cancerosas están siendo eliminados con mayor rapidez y precisión, por medio de técnicas especiales de radioterapia y la radiocirugía , que ha permitido realizar intervenciones quirúr- gicas sin necesidad de abrir los tejidos, logrando un procedimiento menos invasivo.
CIRUGÍA A PUNTA DE RAYOS
El bisturí de rayos gamma (gamma knife) es una técnica utilizada para tratar tumores o malformaciones arteriales del cerebro.
Para realizar este procedimiento, el paciente se acuesta en el diván del bisturí con un marco colocado en su cabeza, que se ajustará a un casco, a través del cual recibirá 201 rayos de cobalto en el área precisa, explica el doctor Aizik Wolf, neurocirujano y jefe de la unidad del bisturí de rayos gamma del Doctors Hospital de Coral Gables, Florida.
Este tipo de radiocirugía utiliza “cuchillas” de rayos gamma invisibles que destruyen los tumores cerebrales, sin dañar el tejido sano, los nervios o los vasos sanguíneos subyacentes, indica el médico.
El tratamiento puede requerir uno o varios ciclos de radiación, cada uno de los cuales podrán durar hasta 20 minutos. No requiere anestesia general ni una recuperación prolongada, pues el paciente solo permanecerá en el hospital entre tres y seis horas.
Según el especialista, anteriormente se aplicaba radiación convencional “a todo el cerebro, no al tumor mismo” durante 15 minutos, en un periodo de dos a tres semanas.
“La radiocirugía consiste en una radiación enviada directamente al tumor o a la lesión... evitando las complicaciones que pueden venir con las cirugías convencionales, que pueden llevar a infecciones, infartos y hemorragias”, sustenta el médico.
Incluso, en esta unidad ya se están haciendo operaciones con una tecnología de nueva generación denominada Perfexion de Leksell. “Esta máquina nos permite ahora tratar tumores de cabeza y de cuello, además del cerebro”, explica el cirujano Wolf.
Añade el especialista que los pacientes con cáncer en la base del cráneo y enfermedad metastásica (cuando se disemina el tumor a otros órganos) de la columna vertebral pueden ser tratados con este tipo de radiación.
Además, indica que se puede aplicar también en cánceres orales, y así se evitan intervenciones quirúrgicas extensas acompañadas de radiacionesposoperatorias.
‘SEMILLAS’ ENERGÉTICAS
Para el tratamiento de tumores existe como alternativa la braquiterapia.
Esta técnica consiste en el envío de “semillas” radioactivas al área del tumor, que son depositadas allí a través de un catéter o globo, y estas emiten radiación a una distancia muy próxima al tumor.
La doctora Allie García-Serra, especialista en radiación oncológica del Baptist Health Hospital de Miami, indica que con este tratamiento se le administra al paciente una alta dosis de radiación a un área muy específica. Por ello, indica que resulta óptimo para tratar el cáncer de próstata, que se manifiesta en todo el órgano.
En este tipo de padecimiento, explica García-Serra, las fuentes radioactivas son enviadas a la próstata a través de 12 a 15 agujas de dos a tres milímetros, ubicadas en el área entre el recto y los testículos. En total, se insertan de 60 a 100 “semillas” de yodo, tomando en cuenta que cada aguja tiene de tres a cinco semillas.
Una vez depositadas en la zona, no se retiran, pues durante los siguientes tres meses enviarán a la próstata toda su energía, comenta la especialista García-Serra.
Recalca que “todo el tratamiento se realiza junto a un ultrasonido que sirve como guía para saber dónde está la vejiga, el recto y la próstata”, dirigiendo las semillas únicamente hacia la próstata.
La doctora comenta que este procedimiento dura 45 minutos, y generalmente el paciente recibe anestesia general.
La braquiterapia se puede aplicar en el tratamiento del cáncer cerebral o de seno.
En estos casos, primero se debe retirar quirúrgicamente el tumor, para luego insertar en ese espacio un catéter o globo que recibirá temporalmente “semillas” radioactivas de iridio, afirma García-Serra.
El tiempo de duración de este tratamiento varía dependiendo del caso a tratar.
