La Cueva de Altamira, situada en el norte de España y que conserva uno de los conjuntos pictóricos más importantes de la Prehistoria, volverá a poder ser visitada después de ocho años cerrada al público, aunque de manera controlada. Así lo anunciaron la ministra de Cultura española Ángeles González Sinde y el presidente regional de Cantabria Miguel Ángel Revilla, tras la reunión del nuevo patronato del Museo de Altamira en la localidad cántabra de Santillana del Mar.
Un grupo de trabajo que se reunirá por primera vez este viernes será el que decida cuántos visitantes podrán acceder a la cueva. Lo formarán representantes de las instituciones que componen el Patronato de Altamira, y fijará para final de este año el régimen de visitas al lugar. “La voluntad del patronato es que, con todos los controles que sean necesarios, haya una accesibilidad, aunque sea mínima, a la cueva”, manifestó Revilla, que quiere que el primero en visitar el lugar sea el presidente de EU, Barack Obama. “Ya tengo redactada la carta [de invitación], y en inglés”, aseguró.
La Cueva de Altamira es considerada como “la Capilla Sixtina” del arte rupestre. Siendo declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, su conjunto pictórico pertenece a los períodos magdaleniense y solutrense. Fue descubierta en 1879.
