El nombre, "El Ashtar", tiene aires de Oriente Medio, pero de eso no hay mucho. Es preferible considerar la parte de "Restaurante Internacional" y otear el menú. Este dice que se especializan en cortes de carne tipo paraguayo-alemán, y en torres de cerveza.
La decoración es, digamos, "ecléctica", y no preguntes más. Pero las cervezas tienen un precio imbatible de setenta y cinco centavos por vaso, con ofertas progresivamente más grandes, hasta la torre que vale siete dólares.
Para acompañar este aguacero de lúpulo, hay todo tipo de aperitivos tipo alitas, deditos y picaditos. Me llamó la atención un gazpacho, y lo ordené, solo para encontrarme con un puré verde frío que tenía más en común con un adobo de recao verde que con el refrescante plato andaluz.
Pedimos una picada mixta, que traía deditos de pollo, chorizo (dicen que hecho en casa), alitas y corvina. Las alitas estuvieron ricas de sabor, aunque la textura no me mató de la dicha (el pellejo estaba aguadito); los deditos de corvina tenían una pinta feísima pero sabían sabroso, los deditos de pollo fueron todo un éxito y los chorizos no estuvieron mal. La salsa tártara que vino en el centro estuvo estupenda.
Una ensalada Caesar tradicional fue todo menos eso: lechuga americana, aderezo inmemorable y parmesano de tarro, y unos crutones aparentemente hechos en casa bastante decentones, pero no suficiente para compensar por el resto.
Pedimos una pasta, que me pareció algo idiosincrática: una Alfredo con pollo y chorizo. La pasta vino al dente, la salsa tenía buen sabor, el pollo (pechuga asada) estaba sabrosón y también el chorizo, pero digamos que la combinación jamás llegará al panteón de los clásicos, pero sí servirá para repellar un hambre saludable. Entre los platos fuertes, pedí el "filete a la Munich", que vino con una salsa de maracuyá. Qué tendrá Munich que ver con la fruta tropical, no entiendo, pero lo que sí entendí inmediatamente es que el corte que traía el plato no era un filete. Ese, señores, era un músculo de trabajo, no un filetito de esos lánguidos que solamente atraviesan el lomo porque el creador de la vaca tuvo que meter algo en ese espacio. Esto era como fotografiar las manos a un jardinero del Summit y decir que son las de la reina Sofía.
Pero, fíjate, el pollo con blue cheese estuvo divino, con una salsita cremosa y sutil, que nos encantó a todos; la corvina Ashtar anunciaba una salsa al curry con leche de coco y mariscos. No vimos los mariscos en ninguna parte, pero sí tenía el saborcito a curry, aunque el coco no lo sentimos mucho. De postre, pedimos un flan de la casa, muy huevón él (o sea con mucho huevo, sabrosón), y unos alfajores que no se sintieron muy frescos.
Para resumir el menú, diría que tienen buena mano para las salsas con crema, que el rollo de la cerveza ofrece regia relación calidad-costo, pero no sé qué más decir. Dixit.
FICHA TÉCNICA
• COMIDA: Regular
• SERVICIO: Amable
• AMBIENTE: Ecléctico
• PRECIO: Menos de $15
• RECOMENDADOS: Pollo con blue cheese ($5.75)
• RELACIÓN COSTO-CALIDAD: cerveza de barril barata ($0.75 vaso)
ACCESO A DISCAPACITADOS: Escaleras
FUMAR: Terraza
HORARIO: L-S, de 6:00 a.m. a 11:30 p.m.
DIRECCIÓN: Vía Argentina, diagonal a Compañía Alfaro
TELÉFONO: 213-2541
ACEPTAN: Visa, MC, Clave
