Los resultados de las primeras pruebas de una nueva terapia genética contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), que causa el sida, han resultado tan buenos que han animado a los investigadores a preparar pruebas más extensas.
"La meta en esta primera fase era la seguridad y la viabilidad, y eso se logró'", dijo el jefe de investigaciones, el doctor Carl June. "Pero los resultados indican algo más".
Además de mostrar que el tratamiento era posible y no ponía en riesgo a los pacientes, la cantidad del virus en ellos se mantuvo estable o bajó durante el estudio, en el cual participaron cinco personas con una infección crónica de VIH.
Un paciente registró una caída sostenida en la presencia del virus y un incremento en el número de sus células inmunitarias, y la fortaleza del sistema inmunológico fue detectada en otros cuatro durante el estudio de nueve meses de duración.
Sin embargo, "solamente porque esto ha tenido resultados esperanzadores en uno o dos pacientes, ello no significa que funcionará para todos".
