Al arroz blanco se le tacha de ser el culpable de esas libras de más y de los molestosos “rollitos” que se forman en la barriga.
Sin embargo, el consumo de este carbohidrato puede agravar la condición de pacientes con problemas de obesidad y diabetes.
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Harvard reflejó en su muestra que las personas que consumieron cinco o más porciones de arroz blanco semanalmente presentaron 17% más riesgo de padecer diabetes, en comparación a aquellos que comían menos de una porción al mes.
Por ello, los investigadores han recomendado el consumo de arroz integral en lugar del arroz blanco refinado, ya que este aumenta los niveles de glucosa en la sangre y el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
No es que consumir arroz blanco sea sinónimo de mala salud, pero si la persona tiene problemas de sobrepeso, tiene además un estilo de vida sedentario y cuenta con una predisposición genética a la diabetes, entonces la ingesta de arroz integral es la mejor opción, aclara la nutricionista Luisa García.
Contrario al arroz blanco (que solo contiene el endospermo), el grano integral contiene todas sus capas: germen, endospermo y salvado, y en el último se encuentran las vitaminas y minerales más valiosos de ese grano, explica la nutricionista Suelen Hidalgo.
Aunque tanto el arroz blanco y el integral tienen casi la misma carga calórica, hay diferencias en su composición.
“El arroz integral posee fibra dietética, que impide que los niveles de azúcar se eleven tan rápido como lo hace el blanco”, ya que ser un grano completo retarda la absorción del azúcar en la sangre, explica Hidalgo. Como la glucosa no se absorbe tan rápido, el organismo absorbe menos azúcar si se ingiere arroz integral.
Mientras una media taza de arroz se digiere en una hora y media aproximadamente, el integral demora unas tres horas al ser procesado en el organismo, afirma la dietista Luisa García, “Al ser el proceso más lento, las probabilidades de que el organismo cuente con más azúcar en el corriente sanguíneo, es menor”, añade.

