Las mentes jóvenes son terreno fértil para sembrar conocimiento, y si se estimula su creatividad, son capaces de crear nuevos mundos con parámetros propios, usando la imaginación... y un microprocesador con sensores.
Robots sensibles a la luz, capaces de detectar el nivel de clorofila en las plantas; carritos que interactúan entre sí; insectos metálicos que imitan el comportamiento de la entomofauna; motos que hacen giros y saltos y una infinidad de dispositivos que combinan la informática con el diseño y ensamblaje son algunos ejemplos de los proyectos que pueden hacer estudiantes de diversos grados aplicando la robótica.
"Los muchachos aprenden el método científico, a definir proyectos y a aplicar sus conocimientos en la investigación", señala Víctor Hernández, profesor de física e informática de 10°, 11° y 12avo. grado e instructor de robótica en el Centro de Ciencias y Arte Explora, donde usan módulos de Lego.
Por ejemplo, dice Hernández, ellos calculan áreas, se les enseña a hacer programas para que su robot se mueva de cierta forma y ángulos, y además, aprenden valores como la perseverancia, el liderazgo, el trabajo en equipo y la tolerancia.
"A veces se tienen fracasos y se tiene que replantear el proyecto, cambiar la estructura, seguir probando y continuar con la investigación".
Un punto importante que destaca Hernández es que se les inculca a los niños y jóvenes que los robots no se deben usar para pelear, sino para facilitarle el trabajo al hombre.
PROYECTO EDUCATIVO
Carlos Boya es un ingeniero eléctrico y profesor chiricano, pero actualmente labora en una empresa en esa provincia. En enero de este año, obtuvo el primer lugar en el concurso Europeaid a la Innovación, celebrado en la Ciudad del Saber, en la categoría "Nuevos Proyectos de Tecnología de la Información y la Comunicación".
Su propuesta: "Creación, desarrollo e implementación de un recurso didáctico para la enseñanza-aprendizaje de la robótica, utilizando Mindstorm Nxtde" consiste en la creación de un salón en las escuelas con equipo de robótica Mind- storm de Lego, computadoras y software, donde haya un personal que supervise y asesore a los estudiantes para que logren sus objetivos en distintos proyectos. Más adelante, aspira a que exista un sitio web donde se expliquen estos trabajos, y laboratorios virtuales para diseñar y construir prototipos industriales.
Boya aclara que no es especialista en robótica, sino que este es su hobby, y al combinarlo con la educación, vio que sirve de apoyo para explicar conceptos abstractos de matemáticas, electrónica y física.
Cuando dictó clases en el Instituto Profesional y Técnico Arnulfo Arias Madrid de Chiriquí, les enseñó a los estudiantes algunos aspectos de robótica, y durante la feria científica escolar, ellos hicieron varios proyectos: alarmas de luz, un insecto con motorcitos y celdas solares, carritos.
"Yo los diseñé y mandamos a comprar las piezas a Estados Unidos. Con una tarjeta especial, los programé. Cada grupo de trabajo desarrolló una tarea. Ellos expusieron sus proyectos e impresionaron al público".
Más adelante, encontró la herramienta Mindstorm de Lego, un microprocesador que tiene un software interactivo y sensores, al que se le pueden añadir más dispositivos. Con unas cuantas instrucciones, los alumnos pueden armar sus robots; incluso, estos se pueden comunicar por Bluetooth.
"Puedes crear dos herbívoros y dos carnívoros que se busquen entre sí, usando un software evolutivo; eso sí, es más complicado de explicar y lleva más tiempo", cita como ejemplo.
Pero reconoce que para que se materialice su propuesta en escuelas y universidades (a un nivel superior), se necesitan recursos económicos y personal capacitado, además del apoyo de instituciones como la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología, Lego Learning Institute y las distintas universidades. Por ahora, está en conversaciones con la Universidad de Cartago.
"Panamá tiene todo para ser un país tecnológico, pero hace falta la actitud, invertir en tecnología y educación, y hacer más investigación", dice Boya, quien aspira a crear en el futuro un centro de investigación y manufactura donde se aplique la industrialización automatizada.
Concursos que fomentan la ciencia
La Administración Aeronáutica y Espacial de EstadosUnidos (NASA) tiene un proyecto llamado "Robotics Alliance Project" (http://robotics.nasa.gov), que apoya competencias y programas de robótica para incentivar a los estudiantes de todos los niveles a involucrarse en los campos técnicos, para expandir su recurso humano capacitado en el desarrollo de robots, que pudieran ser más adelante los desarrolladores de las tecnologías de la NASA.
Además, varios países como México, Estados Unidos, Japón, Alemania, China e Italia, entre otros muchos, organizan clubes estudiantiles de robótica que participan en concursos internacionales.
Incluso, existen campeonatos de fútbol donde los jugadores son robots, como el FIRA World Cup Robot Soccer Contest.
Otra competencia famosa es el RoboCup, que promueve la investigación en inteligencia artificial y robótica, y donde participan más de 400 equipos de más de 30 países en categorías como fútbol, rescate e infantil.
"Panamá es un país atrasado en eso", opina el profesor de física e informática Víctor Hernández. "Nuestros estudiantes no participan en concursos de ese tipo, queremos sacar una selección de robótica nacional que represente al país en esas competencias".
